Comienza lavando el cabello con agua fría a ser posible, puesto que con agua caliente se aflojan los aceites del cabello y se abre la cutícula.

Sólo necesitas aplicar champú en el cuero cabelludo puesto que es más graso que en las puntas.

No es necesario enjuagar el cabello dos veces.

Pero sí es recomendable usar acondicionador para el mismo, nutritivo sobre todo para los cabellos más frágiles y teñidos. Eso sí, debe aplicarse desde la mitad del cabello hasta las puntas.

Y, con el fin de conseguir más brillo como resultado final es mejor enjuagar y acabar con agua fría.

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